Se cumple ya una década desde la aprobación de la LO 1/2004, norma
pionera en materia de violencia de género no solo en nuestro país,
sino también en los de nuestro entorno jurídico. Esta ley asumió el
encomiable propósito de otorgar una especial protección a la mujer
víctima. No obstante, el elenco de medidas integrales diseñadas con
este propósito no solo no han gozado de los necesarios recursos
económicos para su implementación, sino que, algunas de ellas,
requieren de revisión. A su vez, la norma ha descartado, sin
presentar argumento alguno, la posible aplicación de mecanismos de
justicia restaurativa por los que, sin embargo, sí se está abogando
en otros sectores del ordenamiento. Esta última opción legislativa
ha ...