El Trueno Dorado, conocida en su momento como «la novela póstuma» de Valle-Inclán, es un texto casi olvidado, aunque no es caso único. La que posiblemente es su última creación, nacida de un episodio levemente desarrollado en su primera novela de El Ruedo Ibérico, vio la luz apenas dos meses después de su fallecimiento, y pasó al olvido de inmediato. Recuperada gracias a la investigación, el texto fue inaccesible durante cuarenta años, entre 1936 y 1975, y cuando vio la luz en esta última fecha, fue recibido como si se acabase de rescatar una obra inédita y desconocida. Y a partir de entonces, solo ha sido estimada de manera ocasional por la crítica estudiosa de la obra de nuestro autor, y en general siempre considerada por u